15 Frases de Rubén Darío.

 
 


1.-  “Para qué querré yo la vida cuando no tenga juventud.”

  • 2

    “Juventud, divino tesoro,
    ¡ya te vas para no volver!
    Cuando quiero llorar, no lloro,
    y a veces lloro sin querer...”

    Rubén Darío
  • 3

    “Y cuando la montaña de la vida nos sea dura y larga y alta y llena de abismos, amar la inmensidad que es de amor encendida ¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!.”
    Rubén Darío
  • 4
    “El libro es fuerza, es valor, es fuerza, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.”
    Rubén Darío
  • 5

    “Pero tu carne es pan, tu sangre es vino.”
    Rubén Darío
     
  • 7

    “Si pequeña es la patria, uno grande la sueña.”
    Rubén Darío
     
  • 8

    “Pues si te empeñas en soñar te empeñas en aventar la llama de tu vida.”
    Rubén Darío
     
  • 9
    “Un buen libro es el mejor de los amigos, lo mismo hoy que siempre.”
    Rubén Darío
  • 10
    “Y en este titubeo de aliento y agonía, cargo lleno de penas lo que apenas soporto. ¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?.”
    Rubén Darío
  • 11

    “No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura.”
    Rubén Darío
  • 12
    |“Entre sus cejas vivas vi brillar una estrella. El cielo estaba azul, y yo estaba desnudo.”
    Rubén Darío
  • 13

    “Hagamos, porque es bello, el bien...”
    Rubén Darío
  • 14
    “Ser sincero es ser potente: de desnuda que está, brilla la estrella.”
    Rubén Darío
  • 15
    “La torre de marfil tentó mi anhelo; quise encerrarme dentro de mí mismo, y tuve hambre de espacio y sed de cielo desde las sombras de mi propio abismo.”
Nombre: Félix Rubén
Apellido: García Sarmiento
Seudónimo: Rubén Darío
Nacido: 18 Enero 1867
Muerto: 6 Febrero 1916
Nacionalidad: Nicaragüense
Rubén Darío, nacido el 18 de enero de 1867 en Metapa, Nicaragua, fue un famoso poeta, ensayista y periodista. Se interesó en su juventud en diversas formas de innovación literaria. En sus obras de poesía y prosa como "Azul" y "Prosas profanas", Darío introdujo el estilo de escritura conocido como modernismo, que se convertiría en una gran influencia en los años venideros. También trabajó como periodista en España y Francia para "La Nación". Murió el 6 de febrero de 1916.

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